El 13 de marzo de 2020 será recordado por todos los uruguayos como el día en que se declaró la emergencia sanitaria como consecuencia de los primeros casos positivos de Covid 19. Fue el día en que, además, el Aeropuerto Internacional de Carrasco vio interrumpida su normal operativa, que hoy puede cuantificarse en un 92% menos a igual período de 2019.
El director de Corporación América, operadora del Aeropuerto de Carrasco, Diego Arrosa, recordó que antes del 13 de marzo de 2020, la conectividad de Uruguay era muy buena y venía en constante crecimiento, con una amplia oferta de destinos y frecuencias. “El país había superado los dos millones de pasajeros y se proyectaba un incremento mayor en los próximos años”.
Para ejemplificar, señaló que, al medirlo en frecuencias semanales, en épocas pre COVID-19, el Aeropuerto de Carrasco contaba con 150 frecuencias semanales que conectaban a Montevideo con 19 ciudades y frecuentaban semanalmente la terminal 42.000 pasajeros.
Desde la emergencia sanitaria, la prioridad del aeropuerto fue garantizar la seguridad de pasajeros y colaboradores, y para ello se tomaron diversas medidas. “Se implementaron protocolos sanitarios estrictos en todo el aeropuerto, desde el uso de tapabocas y alcohol en gel, hasta control de la temperatura corporal, y uso de medios digitales y sin contactos para la mayor cantidad de trámites posibles”.
El titular del aeropuerto sostiene que “la situación ha presentado muchos desafíos, y continúa haciéndolo”, pero acotó que “la clave en todo momento ha sido garantizar la seguridad de todos y colaborar con las autoridades en la lucha contra la pandemia. Continuamente hemos trabajado para mitigar los impactos en el sector. Es por ello por lo que seguimos orientados en el restablecimiento seguro de la conectividad”, subrayó.
Año de pandemia
Por su rol clave en la operativa del país, el aeropuerto internacional de Carrasco siempre permaneció activo. Durante los meses de mayores restricciones, lo hizo con una operativa mínima, pero nunca se detuvo.
“En los inicios, la actividad de vuelos de pasajeros cayó cerca del 98%, pero se continuó recibiendo vuelos de carga que traían insumos necesarios para el país, así como vuelos sanitarios, humanitarios de repatriación y de la Fuerza Aérea. Actualmente, tras retomar algunas frecuencias los números son de un 92% por debajo a los que era al mismo mes en 2019”.
La terminal aérea tiene un rol clave como puerta de entrada al país y “por eso asumimos con mucha responsabilidad la importancia continuar ofreciendo los servicios esenciales ante la emergencia sanitaria y de prepararse para la reactivación de la industria”, subrayó.
Actualmente, la conectividad es un motor fundamental de la economía tanto para turismo, negocios y carga. “Por eso desde el inicio de la pandemia, y como ha sido siempre, hemos mantenido una comunicación muy fluida con las aerolíneas y nos hemos preocupado por reestablecer vuelos bajo los más altos estándares de seguridad”.
Con la situación hoy en día, de fronteras prácticamente cerradas, el nivel de actividad del continua en mínimos históricos. “En enero de 2021 cerramos con una caída cercana al 90% en la comparación interanual. Hoy contamos con 16 frecuencias semanales que conectan la capital del país con seis ciudades, y por semana pasan por el aeropuerto 3.500 personas”, ejemplarizó.
“Entendemos que estamos en un punto de inflexión debido a la gran labor de vacunación que se está realizando en el país y que coloca a Uruguay en una situación de privilegio en la región y el mundo, convirtiéndonos en un destino atractivo y seguro a nivel sanitario para las aerolíneas. Por eso, seguimos trabajando con las autoridades para capitalizar este posicionamiento que nos otorga el ser de los primeros en la región en inmunizar a toda su población como punto de atracción para las aerolíneas, que nos permita retomar conectividad”.
Arrosa recordó que antes de la pandemia el aeropuerto contaba con 150 frecuencias semanales que conectaban a Montevideo con 19 ciudades; semanalmente la terminal recibía alrededor de 42.000 pasajeros.
“Hoy esas cifras bajaron drásticamente. Contamos con 16 frecuencias semanales que conectan la capital del país con seis ciudades: Santiago de Chile, San Pablo, Asunción, Lima, Panamá, Miami y Madrid. Semanalmente la terminal recibe alrededor de 3.500 pasajeros”.
Las aerolíneas que mantienen actividad son LATAM, COPA Airlines, American Airlines (hasta fines de marzo), Iberia, Air Europa y Paranair. “Continuamente trabajábamos para que cada vez sean más las aerolíneas que conectan con nuestro país, siempre cumpliendo todas las disposiciones y medidas sanitarias”.
Arrosa subrayó que a la fecha la conectividad en general se encuentra frente a nuevos desafíos. “De todos modos históricamente la conexión con Estados Unidos siempre ha sido una región en la que nos gustaría seguir ampliando oferta”, acotó.
Conexión post pandemia
Sobre la forma en que Uruguay debería enfrentar el restablecimiento de la conexión con el mundo luego de la pandemia, Arrosa entiende que la reactivación del sector aeronáutico y el restablecimiento de la conexión está vinculado a múltiples factores, que van desde el levantamiento de las restricciones en las fronteras en los distintos países en los países de origen y destino y que las aerolíneas retomen sus operaciones, hasta recuperar la confianza de los pasajeros y que cuenten con los recursos para viajar.
“Los aeropuertos han demostrado en todo el mundo ser fronteras seguras, por el nivel de sus controles y la tecnología existente en las aeronaves. Con la tecnología y protocolos que se están aplicando hoy en el aeropuerto de Carrasco se está entre los principales países del mundo en cuanto a prevención y seguridad”.
Entiende que lo fundamental para el día de mañana es seguir trabajando juntos el sector público y privado, de forma colaborativa, generando sinergias, dando confianza a las empresas y los pasajeros de la seriedad y responsabilidad del país y el aeropuerto tienen en temas sanitarios. “Al comienzo existe una oportunidad de ir retomando la conexión con aquellos países cuya gestión sanitaria y ritmo de vacunación sea similar al uruguayo, para permitir el regreso seguro del turismo. Sin lugar a duda, la industria está pensando en nuevos modelos de operación, y como aeropuerto y país tenemos que acompañar esta evolución, ofrecer facilidades, incentivar a las aerolíneas y a los pasajeros y seguir demostrando que Uruguay es un destino que vale la pena”.
Puntualizó que el aeropuerto cuenta con un laboratorio de ATGen en sus instalaciones que permite realizarse el test de COVID-19 y tener el resultado en cuestión de horas para viajar en cumplimiento de todos los protocolos y exigencias sanitarias. Este espacio, dijo, busca seguir brindando las mayores garantías sanitarias a los pasajeros, simplificando y centralizando los nuevos protocolos de viaje.
Desatacó que ha sido absoluto el acatamiento de las medidas de protección contra el Covid por parte de los pasajeros. “Desde el comienzo de la pandemia los pasajeros han demostrado tener una conducta responsable y solidaria, y, por otro lado, desde el propio aeropuerto existen formas de controlar y asegurar que se cumplen las medidas en todo momento. Esto ha sido de mucha importancia porque nos ha permitido mantener el aeropuerto en funcionamiento, y cada vez con mayor movimiento de acuerdo con la reactivación de diferentes sectores, lo que es de relevancia para la economía del país”.
Señaló que más allá de los aprendizajes puntuales en materia sanitaria, “como sociedad nos ha recordado la importancia de ser solidarios y ha dejado en evidencia que el comportamiento de cada uno impacta en todos. Por eso es importante cuidarse cada uno para cuidar al otro”.
Oportunidades futuras
Arrosa consideró que “la pandemia afectó muy fuerte a todos los sectores vinculados a viajes y turismo, todos tuvieron que adaptarse a la nueva realidad, aplicando la creatividad para desarrollar diferentes estrategias que le permitan continuar. Sin duda que la recuperación, cuando pase la pandemia, será desafiante, pero Uruguay está muy bien posicionado para hacerlo gracias al manejo de la situación sanitaria”.
De hecho, entiende que se abren oportunidades de aumentar la conexión a países o ciudades con similar ritmo de vacunación, en la medida que las disposiciones de cuarentena obligatoria se vayan eliminando para permitir el regreso seguro del turismo.
“La industria aeronáutica va hacia una transformación de nuevos modelos de operación y hacia allí nos tendremos que dirigir. En ese contexto, trabajamos de forma permanente, tal y como lo hemos hecho desde el comienzo de nuestra operación en el país, para potenciar la conectividad y alcanzar más destinos, atrayendo e incentivando a las aerolíneas para que planifiquen y retomen sus rutas a Uruguay y aumenten sus frecuencias”.
La evolución de la conectividad del país dependerá en gran medida de lo que acontezca a nivel internacional con la evolución de la pandemia y las restricciones que impongan o levanten los países.
“En el corto plazo se espera un comportamiento similar al que se ha dado en los últimos meses y esperamos que a mediano y largo plazo se de una recuperación de la actividad aeronáutica que nos permita reestablecer conexiones”, señaló el titular del nuestro principal Aeropuerto Internacional