Cada 27 de setiembre celebramos el Día Mundial del Turismo.

Vaya si es una fecha sumamente importante para quienes trabajamos cada día para ofrecer destinos y servicios de calidad.

Cada año lo celebramos y hoy, aunque parezca a simple vista contradictorio, vamos a celebrarlo y más que nunca.

Para el mundo este día de celebración no pasará inadvertido. Hace meses que estamos sufriendo las consecuencias de la pandemia provocada por el COVID-19.

No hay un sector del turismo en el mundo que no se haya visto perjudicado ante la falta del turista, del visitante.

La palabra turismo perfectamente podría asociarse a felicidad.

Felicidad que siente aquel que sale a visitar destinos; felicidad para quienes trabajamos en el turismo porque tener la oportunidad de dar lo mejor de nosotros, con profesionalismo, con responsabilidad y sabiendo que estamos contribuyendo a ese estado de bienestar de la gente.

Hoy la pregunta que quizás todos nos hacemos es qué efectos tendrá la pandemia de la COVID-19 en el turismo, que enfrenta una crisis de dimensiones históricas.

Nadie tiene hoy la respuesta sobre la magnitud de su extensión. Pero lo que sí está claro, y que es evidente en todo el mundo, es que el turismo es un sector aguerrido, que da pelea y que ya está encontrando la forma para reactivarse.

La Organización Mundial del Turismo ha realizado proyecciones sobre el impacto del COVID-19 y dice que afectaría a unos 50 millones de empleos en todo el mundo, tanto en la industria de viajes y turismo; y que llevará casi 1 año la recuperación.

Pero si hay algo que el turismo ha demostrado a lo largo de décadas es su carácter resiliente.

El turismo internacional ha tenido una expansión continúa y ha demostrado fortalezas ante otros virus, ante crisis económicas y financieras; entre otras adversidades. Sin embargo, siempre se ha repuesto y la gente siempre ha seguido viajando y utilizando los servicios turísticos.

Esta vez, es cierto, ha sido uno de los desafíos más importantes, ya no solo del turismo sino de la humanidad toda.

Pero a pesar de todo esto, y aunque a veces pareciera que estamos peleando contra molinos de vientos, tenemos mucho para celebrar por la determinación y convicción que el sector ha demostrado.

El sector turístico uruguayo ha sido el más golpeado, sin embargo, ha sido fuerte y ha sido solidario.

Desde la Cámara Uruguaya de Turismo no dejamos de trabajar ni un solo día desde el cimbronazo del recordado 13 de marzo.  Al contrario, hemos redoblado los esfuerzos y por eso debemos celebrar la convicción de nuestro sector. Nunca bajamos los brazos.

Golpeamos todas las puertas para hacer escuchar nuestra voz, para hacer notar que estábamos en una emergencia, que necesitábamos que se le consideraran exoneraciones, beneficios fiscales, préstamos blandos.

A nadie escapa que el turismo es un sector muy importante para el país. Genera más de 110.000 puestos de trabajo y divisas por 2 mil millones de dólares.

El turismo es parte del Uruguay productivo, con recursos humanos cada vez más capacitados, abarcando todo el territorio nacional. Aporta también al desarrollo de la infraestructura, al desarrollo cultural, social y a la mejora del relacionamiento humano.

Estos meses han sido una prueba de fuego para todo el sector. Pero, lejos de dejarse ganar por el desánimo, salió con todo a demostrar que está vivo y luchando. Y por ello, hoy debemos celebrar.

Y también debemos celebrar que, en el peor momento de nuestra historia, fuimos solidarios. Contra nuestros propios intereses salimos a decirle a la gente “no salgas, quédate en casa”. Porque lo esencial fue, es y seguirá siendo siempre la salud de nuestra gente.

El objetivo ahora es la reactivación. Y para eso estamos y seguiremos trabajando todos juntos. Sector público y sector privado.

Y cuando todo esto pase, el turismo renacerá de entre las cenizas. Aunque todos tenemos claro que lo normal empezará a ser diferente.

La gente volverá a viajar, a subirse a un avión, a usar los distintos servicios turísticos. Claro que sí.

Aunque creemos que no será de la forma “normal” que hasta ahora entendíamos. La industria del turismo deberá enfrentar la recuperación con una nueva realidad producto del Covid-19.

Y el lema que eligió la Organización Mundial del Turismo para este 27 de setiembre de 2020 es «Turismo y Desarrollo Rural».

Y ante la creciente urbanización, el turismo se presenta como un actor relevante para subsanar la brecha rural-urbana a través de la creación de puestos de trabajo en las zonas rurales y la apuesta por el desarrollo de éstas.

En tiempos de COVID-19 la propuesta del Turismo Rural se ha presentado como una gran oportunidad, tanto para el sector como para los turistas. Y vaya si tenemos en Uruguay lugares preciosos para visitar y para muchos, para descubrir. De Este a Oeste, de Norte a Sur, Uruguay es un país bendecido por su belleza. El turismo rural tiene ofertas realmente disfrutables y que ha ido profesionalizando sus servicios.

El turismo rural genera empleo, oportunidades de capacitación (para mujeres y jóvenes principalmente) y es un derrame económico en pequeñas localidades, entre otros beneficios.

Siempre, pero principalmente ahora en esta circunstancia creada por la pandemia, debemos recordar que estamos hablando de personas y en primer lugar está su bienestar.

Y como sector turístico, como la hacemos siempre, pero en especial ante esta nueva situación, debemos llamarnos a la responsabilidad personal y colectiva. Una responsabilidad que deberá perdurar en el tiempo, para protegernos a nosotros mismos y a los demás.

Actualmente todos sabemos que nos tendremos que familiarizar con las prácticas básicas de prevención, no sólo en los viajes, sino también en nuestra vida diaria.

Sin dudas, de aquí en más deberemos tener una nueva interpretación del turismo y del entretenimiento.

Pero seguiremos disfrutando de la felicidad que nos produce el turismo.

Por todo lo logrado, por seguir luchando, por no bajar los brazos, desde la Cámara Uruguaya de Turismo les decimos, hoy más que nunca, feliz día a todo el sector y a cada uno por dar lo mejor de sí.

Brindemos por la pronta reactivación del turismo.

Viva el turismo.